El trastorno específico del lenguaje (TEL), también llamado trastorno de la comunicación incluye las deficiencias del lenguaje, el habla y la comunicación. El habla es la producción expresiva de sonidos e incluye la articulación, la fluidez, la voz y la calidad de resonancia de un individuo.
El lenguaje incluye la forma, la función y el uso de un sistema convencional de símbolos (es decir, palabras habladas, lenguaje de señas, palabras escritas, imágenes) regido por reglas para la comunicación.
La comunicación es todo comportamiento verbal o no verbal (sea intencional o no intencional) que influye en el comportamiento, las ideas o las actitudes de otro individuo.
Las evaluaciones de las capacidades para el habla, el lenguaje o la comunicación deben tener en cuenta el contexto cultural y lingüístico del individuo, particularmente en los individuos que crecen en ambientes bilingües.
La categoría diagnóstica de los trastornos de la comunicación incluye: el trastorno del lenguaje, el fonológico, de la fluidez de inicio en la infancia (tartamudeo), el trastorno de la comunicación social (pragmático) y otros trastornos de la comunicación especificados y no especificados.
El TEL se asocia significativamente a otros trastornos del neurodesarrollo, como el trastorno específico del aprendizaje (lectoescritura y aritmética), el trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDA-H), el trastorno del espectro autista y el trastorno del desarrollo de la coordinación. También está asociado al trastorno de comunicación social (pragmático). Existen a menudo antecedentes familiares de trastornos del habla o del lenguaje.
TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES
CARACTERÍSTICAS COMPARTIDAS
DISLEXIA
DIFICULTADES ESPECÍFICAS DEL LENGUAJE ORAL (TEL) Y DEL APRENDIZAJE DE LA ESCRITURA (DISGRAFÍAS Y DISORTOGRAFÍAS)
Impedimentos con el proceso de lectura, particularmente información fonológica-silábica.
Problemas con la percepción visual y espacial, secuenciación de movimientos.
Impulsividad, falta de concentración mantenida en una sola cosa.
Problemas con la interacción social.
Dificultades en el cálculo y operaciones matemáticas o en los problemas.
Impedimentos en la metafonología de precariedad de vocabulario, pobres estructuras morfosintácticas. Gramaticales.
Problemas en la pragmática del lenguaje.
Dificultades en la escritura, con letra casi ilegible o errores en el orden de las letras o en las sílabas.
Errores de juntar palabras o partir otras.
Mayor cantidad de faltas de ortografía esperables para su edad.
Añadir, finalmente, que no hay dos niños con estas dificultades que sean iguales, pero pueden presentar algunas o todas las características siguientes:
Investigaciones recientes han puesto en relieve la importancia de disponer de diversos tipos de información para ayudar a su identificación: la evaluación formal, la evaluación informal, la observación y el seguimiento del comportamiento en el aula.
Puedes aprender más sobre el trastorno específico del lenguaje en la página del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España.